Como ya sabeis, todo empieza en el campo, en las viñas, donde después de todo el trabajo realizado, llega el periodo de VENDIMIA. Dependiendo del año y las condiciones atmosféricas se obtendrá una u otra calidad, que el Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja determinará en función a diversos factores como Excelente, Muy Buena, Buena, Regular o Deficiente.
A pesar de esto, no todas las uvas que entran en la bodega, son de las mismas características. Por ejemplo, si proceden de viñedos muy antiguos, como es el caso de las uvas destinadas a nuestro Santalba Single Vineyard (http://www.santalba.com/vinos/?acc=vinos&fam=8&idv=17&idc=8) y que van a ser de larga duración con un largo periodo en barrica, tendrán diferentes atributos y no todas las uvas serán válidas para esto. Por eso, hay cosechas en las que no es posible obtener este tipo de vinos.
Como veis en la imagen de arriba, la uva por su propio peso, cae a la despalilladora, donde se separa el fruto o granos del tronco o parte herbacea. El grano ligeramente rasgado pasa a los depósitos donde se realiza un proceso de maceración, para que la uva extraiga todo su color. Mientras, el raspón o la parte del tronco son deshechadas.
Trás este proceso, llega el prensado de la uva. que antiguamente se ralizaba con el pisado de la uva, hoy en día maquinaria especializada se encarga de este proceso.
Una vez pasado este proceso, llega un momento decisivo y de gran importancia, la fermentación. Existen dos tipos, la FERMENTACIÓN ALCOHÓLICA y la FERMENTACIÓN MALOLÁCTICA´, que explicaremos proximamente en uan nueva entrada.