Después de los últimos meses con una de las más extremas sequías que se recuerdan (mi padre dice que él no puede recordar nada igual y eso que esta es su 47ª cosecha de Rioja), la vendimia de 2011 comenzó a mediados de Octubre en nuestra zona de Rioja Alta. Tendremos que esperar para ver los vinos terminados, pero viendo los análisis previos, podemos sacar algunas conclusiones muy interesantes de cara al futuro.
El invierno en Rioja Alta fue muy seco, la primavera llegó rápido y además con mucho calor, provocando una brotación rápida y temprana. Tampoco hubo lluvias en primavera y el riesgo de que apareciera el temido mildiu no nos atemorizaba demasiado. El mes de julio fue más frío de lo habitual y para no variar, muy seco. Con todo esto, el envero, como era de esperar, comenzó muy temprano y después de un mes de agosto muy caluroso y muy seco, el mes de septiembre comenzó con lluvia, pero continuaron las altas temperaturas. Todo esto ha llevó a un estado sanitario del viñedo excelente, pero también generó un desequilibrio en la maduración y por tanto a una cosecha un poco desigual. Pensando en las uvas y en la calidad final de los vinos a nivel general, la situación no era la idónea.
Sin embargo, tal y como hemos dicho, en determinadas zonas con un microclima especial, ha habido parcelas que han dado una uva extraordianria. Podemos decir que hay tres factores que han influido en esta vendimmia y que marcan la diferencia. Estos factores son: tipo de suelo, agua de precipitación y la carga de uva.
En esta campaña los suelos más fértiles, que generalmente se encuentra en los valles a lo largo de los ríos, fueron capaces de soportar mucho mejor las condiciones extremas de sequía que ha habido este año. Aun así, los suelos que teóricamente tienen un "bajo potencial de producción", es decir, menos fértiles, han sido de nuevo y sin ninguna duda, los más adecuados para la producción de uvas de alta calidad y por tanto para la elaboración de vinos con alto potencial de evejecimiento. El primer factor, el suelo, sigue siendo en estas condiciones invariable en lo referente a la búsqueda de calidad: suelo pobre, buena uva.
En esta campaña los suelos más fértiles, que generalmente se encuentra en los valles a lo largo de los ríos, fueron capaces de soportar mucho mejor las condiciones extremas de sequía que ha habido este año. Aun así, los suelos que teóricamente tienen un "bajo potencial de producción", es decir, menos fértiles, han sido de nuevo y sin ninguna duda, los más adecuados para la producción de uvas de alta calidad y por tanto para la elaboración de vinos con alto potencial de evejecimiento. El primer factor, el suelo, sigue siendo en estas condiciones invariable en lo referente a la búsqueda de calidad: suelo pobre, buena uva.
La carga de uvas en las cepas en esta vendimia, está siendo clave para la identificación de los diferentes niveles de calidad de los viñedos. El equilibrio de carga, o la realización de un aclarado en los racimos en el momento adecuado, permiten que las plantas puedan resistir mejor la sequía y puedan tener un mayor equilibrio entre la madurez fenólica, contenido de azúcar, acidez, color, etc.
Así, nuestros viñedos "El Pocete", "Vigorta", "Carbonera", "Pontarrón" y "Calvario" que son viñas muy viejas con raíces muy profundas, podían alcanzar aguas freáticas y tenían agua suficiente para soportar las adversas condiciones de sequía con una calidad de uva inmejorable. Es por esto por lo que la vendimia la comenzamos en los viñedos más jóvenes y terminamos la recogida con los más antiguos.
Estas condiciones extremas, hacen que vayamos a obtener los más altos niveles de resveratrol hasta la fecha en algunas parcelas antiguas. Como ya sabéis, el resveratrol es un potente antioxidante natural que se encuentra fundamentalmente en la piel de las uvas tintas y que se genera como defensa de las mismas ante agentes exógenos. En este sentido, nos ha venido muy bien esta potente sequía.
En general y hablando sin conocer las analíticas en profundidad, hemos obtenido unos vinos con un potencial alcohólico medio-alto, con un color muy profundo, un aroma intenso y un carácter tánico que nos va a permitir elaborar grandes vinos ya que tienen un potencial de envejecimiento bueno.
El trabajo de los enólogos en esta nueva campaña se presenta difícil, pero al mismo tiempo emocionante. Nos vamos a encontrar uvas con muy diferentes características en lo referente a parametros claves para la vinificación, que habrá que gestionar para obtener vinos homogéneos.
Finalmente, todos debemos aprender las lecciones que nos dan estos años difíciles y complicados. Estamos, sin duda, para mejorar año tras año, lograr mejores estándares de calidad de nuestros vinos y ofrecer al Cliente lo mejor de lo mejor.
Ahora, Alea Iacta est!!
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