Una vez comprendido y asimilado lo anterior, comenzamos el procedimiento y la técnica de cata.
1. Se abre la botella y como máximo llenamos 1/3 de la copa.
2. Se examina el vino al trasluz de un fondo blanco o de una fuente luminosa para evaluar su aspecto, color, limpidez, fluidez etc.

5. Con el vino en la cavidad bucal, se succiona aire para que pase a través de él. El aire se expulsa entonces por la nariz. Este proceso se denomina retroolfacción (o vía retro-nasal) y el aroma del vino tiende a ser similar al que se ha apreciado en la copa aunque pueden aparecer aromas nuevos motivados por el calentamiento del vino.
6.Ingestión o expulsión del vino. Las sensaciones aromáticas y gustativas que nos proporcione el vino no desaparecen con su ingestión o expulsión. Algunas de ellas permanecen durante un tiempo debido a la persistencia. Cuanto más tiempo permanezcan las sensaciones olfativas, mejor será la calidad del vino. En algunos vinos de calidad excepcional estas sensaciones pueden permanecer durante 10 segundos.
En caso de la persistencia de las sensaciones gustativas, si estas están compensadas y desaparecen de forma agrupada nos encontramos ante un vino equilibrado. Es cuando catadores profesionales utilizan esta expresión a lo que se refieren.
En el proceso de cata intervienen nuestros cinco sentidos. En este punto, cada maestrillo tiene su librillo, en principio, les comento lo que teóricamente deben hacer. Yo como primera medida lo primero que hago es oler rápidamente para poder apreciar si hay algún aroma volátil que se me pueda escapar y una vez esto, seguiremos en un próximo post.
Manteneros atentos que pronto publicaremos que tener en cuenta, cómo hacerlo y en cada momento que es lo que debemos hacer para convertirnos en buenos catadores.
Disfrutad!